26 de enero de 2012

Dedil Micromed para gato

La cara que se le queda a un propietario de gato cuando su veterinario le sugiere que debería cepillar los dientes a su adorable minino no tiene precio (lo sabemos porque más o menos debe ser una expresión de perplejidad similar a la que se nos quedó a nosotros la primera vez que hace ya algunos años nos comentaron algo así) Una vez superada la sorpresa, la cosa no parece tan descabellada y resulta incluso lógica: cada vez que nuestro gato come, restos de alimento se quedan entre sus dientes, pudiendo provocar estos residuos proliferación de bacterias, acumulación de sarro, mal aliento, dolencias en las encías e incluso la pérdida progresiva de piezas dentales. ¿La solución para prevenir todo esto? ¡Fácil! ¡El cepillado dental! (Je, je...)

La importancia que ha tomado el tema del cuidado buco-dental de perros y gatos en los últimos años ha favorecido que en la actualidad sea frecuente encontrar en el mercado variedad de soluciones orales, dentífricos, cepillos de dientes y dediles específicamente diseñados para facilitar la tarea del abnegado propietario. Y precisamente de este último tipo de utensilio, de dediles, es de lo que hoy queremos hablaros (en la foto tenéis el original Micromed, de fabricación alemana para más señas)

Nuestra experiencia: Cepillar los dientes a un gato, especialmente si la primera vez que lo intentamos el gato ya es adulto, es una tarea habitualmente ardua y poco gratificante. Si a la dificultad propia del cepillado le añadimos la incomodidad de la mayoría de cepillos dentales, demasiado aparatosos y desproporcionados para la boca de un felino doméstico, la cosa se complica mucho.  En este sentido los dediles, especie de guantes para un dedo hechos de tela, permiten algo más de tacto a la hora del cepillado, siendo más fácil acceder a zonas difíciles como el área de los molares.

Ventajas: Es más cómodo para el propietario, al tiempo que menos agresivo para el gato, tratar de acceder a su dentadura directamente con el dedo en lugar de dedicarnos a forcejear con cualquier cepillo de dientes. No requieren uso de dentífrico y en el caso del Micromed es antibacteriano.

Inconvenientes: ¡Podemos llevarnos un buen bocado! Los gatos tienen unos dientes estupendos y hay que recordar que el dedil es una funda de tela de escasa resistencia y que debajo está nuestro dedo... Otro inconveniente, si se quiere ver así, es que no son eternos. Con el uso suelen deteriorarse y, al igual que con los utensilios dentales humanos, hay que renovarlos.

Precio: Sobre los 6 euros el que tenéis en la foto.

Un consejo: Si nunca habéis cepillado los dientes a vuestro gato, os recomendamos que os lo toméis con filosofía y vayáis poco a poco. Un día empezáis acercándole el dedil, otro le frotáis los incisivos y caninos, hasta llegar en siguientes sesiones a limpiar los molares. Los dentífricos son tema aparte, pero tened muy presente que nunca deberéis utilizar pasta de dientes humana.

¿Nuestra valoración? En esta ocasión vamos a dejar nuestro Gatómetro en puestos intermedios ya que la efectividad del dedil depende mucho de la maña del propietario, variando su éxito por lo tanto de una casa a otra. Es cierto que quizá no sea el producto definitivo pero es cómodo y puede ayudar a la hora de empezar a limpiar los dientes a nuestros gatos. Si nos centramos en la relación calidad-precio, no estamos en realidad ante un producto barato,  no siendo además demasiado fácil de encontrar.

19 de enero de 2012

Obesidad felina

¿Sabíais que la obesidad en humanos, enfermedad crónica caracterizada por la acumulación excesiva de grasas en los tejidos, ha alcanzado ya y según la OMS proporciones de epidemia a nivel mundial? Si os contamos esto no es porque nosotros estemos aquí para hablar de enfermedades humanas sino porque esta afirmación podría extrapolarse perfectamente al plano de las mascotas en general y al felino en concreto sin hacer apenas modificaciones. Y es que el sobrepeso y la obesidad también suponen un problema cada día más extendido entre los gatos domésticos.

Cada vez es más habitual leer en publicaciones de temática felina que un gato obeso es un gato enfermo y la considerable rapidez con la que este mensaje se extiende no alcanza ni por asomo la velocidad a la que aumenta el peso de miles de gatos hasta límites orgánicamente insostenibles. La causa de esta acumulación imparable de grasa tiene en puntuales ocasiones un origen veterinariamente justificado pero en la mayoría de los casos se debe a algo tan sencillo como que el gato en cuestión ingiere más alimento del que necesita y aquí toma protagonismo innegablemente la mano que le da de comer y que no es otra que la mano de su devoto propietario. Tal es el nivel de gatos obesos que las marcas productoras de alimento para felinos han encontrado en los últimos años un auténtico filón con los piensos bajos en calorías y ricos en fibra y con las latitas de paté de formato cada vez más reducido (entre 85 y 50 gramos) que supuestamente ayudan a mantener el peso óptimo del gato siempre que se respeten las cantidades de comida adecuadas (normalmente indicadas en los reversos de los envases)

Para evitar la sobrealimentación deberemos atenernos a unas sencillas medidas como pesar la ración diaria del alimento seco (teniendo en cuenta que si complementamos la dieta de nuestro gato con alimento húmedo deberemos adecuar la ración de pienso a la cantidad de paté que vamos a servir) y limitar estrictamente el picoteo, los premios y las golosinas. Esto, unido a un aumento de la a menudo escasa actividad de nuestros gatos domésticos ayudará en gran medida a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Harina de otro costal es conseguir que un gato ya obeso, candidato perfecto a padecer diabetes, patologías articulares, hepáticas o cardiacas (entre otras), pierda esos cientos de gramos o incluso kilos de más: en estos casos lo mejor es ponerse en manos de un especialista y seguir sus pautas bajo control veterinario aunque, si aún estamos a tiempo, lo más responsable es, sin lugar a dudas, poner manos a la obra cuanto antes para no llegar jamás a este punto.  Porque, y no nos cansaremos de repetirlo, un gato gordo a causa de una ingesta excesiva propiciada por sus dueños no es un gato ni más feliz ni más querido sino, lamentablemente, un gato con unas menores calidad y esperanza de vida.

12 de enero de 2012

Alimento húmedo Schesir

En la línea cada vez más extendida de alimentos húmedos naturales para gatos se encuentra la marca italiana Schesir que a base de ingredientes de alta calidad pone a disposición de nuestros mininos una comida a base de trocitos de pescado o carne conservados en gelatina o en su propio jugo y disponible en bolsitas de 100 gramos o en latas que van desde los 85 a los 50.

Nuestra experiencia: Se trata de ese tipo de alimento en el que se distinguen perfectamente los pedazos de atún, salmón o pollo y cuyo aroma incita a alguno de nuestros gatos a volverse loco aún antes de haber terminado de abrir la lata. Eso sí, no se trata de un paté sino de trozos con algo de caldo así que a los gatos que no les agrade esta textura seguramente este alimento no les gustará.

Ventajas: No contiene colorantes ni conservantes, garantizando de esta manera un aporte rico en proteínas sin aditivos innecesarios. Los ingredientes son de buena calidad y la composición aparece perfectamente desglosada en la etiqueta. La variedad de sabores y combinaciones es lo suficientemente rica para agradar a esos propietarios a los que les gusta aportar a sus gatos sabores y experiencias diferentes. Los formatos pequeños (50 gramos) pueden venir muy bien en caso de gatos con tendencia al sobrepeso, quedando limitada la ración diaria desde la propia lata.

Inconvenientes: Es una marca relativamente difícil de encontrar en comercios tradicionales aunque muy accesible a través de comercios on-line. Algunas variedades con fruta (mango, piña o manzana) resultan quizá demasiado extravagantes e innecesarias para un carnívoro estricto como el gato.

Precio: Latas y sobres sueltos, entre 1,25 y 1,50 euros la unidad. Si se compran en pack, aproximadamente unos 6 euros por seis unidades.

Un consejo: Presentar un nuevo tipo de alimento a un gato adulto puede ser todo un éxito o un rotundo fracaso. Así que si os decidís a probar este tipo de comida, os recomendamos comprar una o dos latas para ver si triunfa o no. Que conste que entre la variedad de sabores, hay gatos que adoran los de pescado, otros que simplemente disfrutan de los de carne y algunos que no le ponen pegas a nada. Como siempre, esto va en función de los gustos de cada felino.