23 de marzo de 2014

Clínicas amables con los gatos

Logo identificador de las clínicas amables con los gatos
Según el Bayer Veterinary Care Usage Study, un estudio sobre consumo de cuidados veterinarios llevado a cabo por Bayer en 2011 en EE.UU. muchos propietarios de gato retrasan, o incluso evitan, acudir al veterinario porque consideran que supone una fuente de estrés para sus gatos y para ellos mismos. Sesudas investigaciones aparte, como humana responsable de tres gatos siempre he pensado (y  sentido) que las visitas a la clínica son un mal trago en general para las mascotas, pero un suplicio indecible para los felinos domésticos. Ellos, por su manera de ser, sufren (a veces maullando, a veces en silencio) todos y cada uno de los segundos que forman parte de esta traumática experiencia: la entrada normalmente a la fuerza en el transportín, la salida de casa, el traslado a pie o en coche, la llegada a la clínica con sus extraños olores, la habitual espera demasiado larga a veces junto a un par de perrazos que no paran de ladrar, la gente que quiere mirar qué llevas en el transportín,... Todo esto que contamos sin haber entrado aún en la consulta donde dependemos al 100% de la pericia y saber hacer del equipo veterinario a la hora de tratar con felinos. Y llegados a este punto, seamos sinceros: no todos los veterinarios entienden a los gatos y/o comprenden su biología y su etología, pudiendo acarrearnos un manejo negligente, descuidado o brusco desde un simple mal recuerdo hasta un disgusto realmente grave.