23 de febrero de 2012

Cortaúñas felino Trixie

Una de las rutinas habituales para muchos gatos domésticos consiste en el corte de uñas porque nuestros pequeños compañeros son adorables, pero tienen unas zarpas que, sin el debido mantenimiento, pueden llegar a causar molestias tanto al propio felino como a los humanos que le acompañan. ¿La solución? ¡Una periódica paticura!

Para mantener en perfecto estado las uñas de nuestro gato sólo necesitaremos una pizca de maña y un cortaúñas para felinos similar al que os mostramos en la fotografía. Como veis, se trata de una tijera de pequeñas dimensiones (de entre 8 y 9 cm.) con una zona de corte curva adaptada a la forma de la uña gatuna.

Cierto es que a casi ningún gato le hace gracia que se le trasteen las garras y mucho menos que se le corten; pero si toca paticura, deberemos dejar los dramas aparte y con delicadeza pero con decisión procederemos a cortar las uñas. Eso sí, para hacerlo necesitamos sujetar con firmeza al gato siendo recomendable en ocasiones, sobre todo si somos novatos, la interacción de dos personas (una que sujeta y otra que corta) El procedimiento a seguir es sencillo: una vez agarrada una pata, apretaremos cada uno de los dedos suavemente, haciendo salir cada uña, de la cual cortaremos la punta sin llegar nunca a la parte rosada (donde se encuentran los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas) En gatos con uñas claras esta zona es fácil de distinguir; los que tienen las uñas oscuras nos dificultan un poco la tarea, pero para evitar accidentes recomendamos que en cualquier caso simplemente cortemos la punta, evitando acercarnos siquiera al tejido rosado. Porque siempre serán mejor paticuras frecuentes que un doloroso disgusto.

Nuestra experiencia: Con los años hemos adquirido una práctica aceptable y el momento de la paticura no supone ningún problema en casa. Eso sí, el corte de uñas se repite cada dos semanas sin excepción desde prácticamente la llegada de cada uno de nuestros gatos.

Ventajas: Un cortaúñas para gato tipo tijera que se abre completamente (huid de los modelos que dejan una apertura fija por la que introducir la uñita) es la herramienta más apropiada para acometer el corte de uñas. Su tamaño y diseño permiten un manejo cómodo y un corte limpio de cada una de las 18 garras que habitualmente tiene un felino. Es importante que optéis siempre por un modelo apto para gatos porque suelen ser más pequeños que las tijeras destinadas a perros.

Inconvenientes: El principal inconveniente es que el propietario y el gato tienen que colaborar. Si un gato no se deja, forcejea y tira, ni el mejor de los cortaúñas podrá ayudarnos, siendo quizá lo mejor interrumpir la operación y dejarlo para otro momento. En cada caso debe valorarse la opción de seguir adelante o postponer el recorte para mejor ocasión, siendo habituales las intervenciones parciales (hoy dos uñitas, mañana tres...)

Precio: Los cortaúñas de este tipo suelen oscilar entre 3,90 y 10'00 euros, estando disponible tanto en tiendas tradicionales como en comercios on-line. El modelo que os mostramos, que es de la marca Trixie, fue adquirido en Zooplus por 3,99 euros y su calidad es muy buena. 

Un consejo: Lo mejor para habituar a nuestros felinos a la rutina del corte de uñas es acostumbrarlos desde pequeños. Y para aquellos que no se decidan o no se atrevan, simplemente decir que siempre será mejor un mantenimiento periódico en casa que un corte de uñas anual en la clínica veterinaria, que además de poco útil (las uñas crecen en un par de semanas) puede llegar a suponer un supino disgusto.

¿Nuestra valoración?: Aunque sabemos que hay propietarios que consideran que el cuidado de las garras es innecesario, en nuestra opinión es una rutina importante a la que todos los gatos deberían estar acostumbrados. Es por eso que el cortaúñas para gato de Trixie nos merece una puntuación alta, de 4 estrellas y media, por ser una herramienta útil, resistente y apropiada a la tarea para la que ha sido diseñada. Además, su relación calidad-precio es excelente. Vamos, un utensilio que no debe faltar en la bolsa de aseo de cualquier felino que se precie.

Nota: No hay que confundir jamás el corte de uñas (que nosotros llamamos humorísticamente paticura) con la desungulación u oniquectomía, procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de las garras y que es considerado cada vez por más personas como un acto de crueldad contra los animales cuando se acomete por capricho de propietarios irresponsables y sin que medie una justificación veterinaria. Sus habituales secuelas han provocado que esta perversa mutilación esté ya prohibida por ley en varios países europeos y en algunas comunidades autónomas españolas.

16 de febrero de 2012

Caja-dispensador casera

Si hace un par de semanas os presentábamos el dispensador para pienso Funkitty, hoy os traemos, para estrenar nuestra sección de bricolaje felino, una propuesta sencilla con resultado algo más rústico pero que podéis hacer vosotros mismos en un momento y que cumple a la perfección con la misma finalidad. ¿Os animáis?

Si la respuesta es sí, tomad nota porque para confeccionar nuestro dispensador de pienso simplemente necesitamos una caja de cartón de tamaño pequeño con una tapa que cierre bien (por ejemplo, la típica cajita de infusión) y unas tijeras con las que agujerearemos sus laterales. Fácil, ¿no? El diseño lo dejamos a vuestro gusto pero os recomendamos alternar agujeros de distintos tamaños y con una distribución asimétrica por al menos dos o tres lados de la caja, garantizando la accesibilidad al pienso por alguno de ellos con la patita pero sin que llegue a resultar excesivamente fácil alcanzarlo.

Una vez terminada nuestra caja-dispensador sólo queda introducir las chucherías favoritas de nuestro gato en su interior, cerrarla y dejarla a su disposición, resultando de esta manualidad un juguete económico fruto del reciclaje que puede proporcionar a cualquier felino doméstico un buen rato de diversión.

9 de febrero de 2012

Cinturón de seguridad felino Trixie

Casi todos los gatos tienen que enfrentarse en alguna ocasión (algunos incluso de forma regular) a  un viaje en coche. Al volante la seguridad es fundamental y lo ideal es que el felino de la familia viaje instalado dentro de un transportín que colocaremos en el suelo del habitáculo detrás de los asientos delanteros. El problema surge cuando algunos propietarios rechazan esta opción al considerar que sus pequeños lo pasan mal al verse encerrados en esa especie de jaula y la alternativa suele ser llevarles en brazos envueltos en alguna toalla o manta. 

Después de años de experiencia, de antemano os decimos que son varios los inconvenientes que pueden surgir si optamos por no usar un sistema adecuado al realizar un traslado en coche y entre ellos destaca que en caso de accidente, las lesiones que padecen y/o pueden provocar los animales que van sueltos por el habitáculo tienen consecuencias más graves (llegando incluso a la muerte) que las de los que optan por un transporte responsable. Además, llevar al gato suelto  puede suponer una distracción peligrosa que aumente el riesgo al volante, debiendo ser conscientes de que si nos paran en carretera no llevar a nuestro gato correctamente instalado constituye una infracción que podría ser objeto de sanción.

En respuesta a esta situación desde el mundo canino se adaptó hace tiempo el enganche para cinturón de seguridad que minimiza los riesgos al no estar el gato suelto por el habitáculo pero permite que se instale a sus anchas en el asiento trasero evitando el transportín (Lo ideal según los test de impacto son los de doble anclaje aunque en la fotografía aparece el modelo de la marca Trixie con un sólo enganche)

Nuestra experiencia: Como propietarios primerizos nosotros también pasamos la fase del "Pobrecito, va incómodo en el transportín" y probamos el enganche de cinturón y el arnés. Mientras tuvimos un sólo gato resultó aceptablemente cómodo a la hora de realizar trayectos pero en cuanto la familia felina y nuestra experiencia aumentaron, optamos sin dudarlo por un transportín para cada gato.

Ventajas:  El gato va a sus anchas en el asiento de atrás, con bastante libertad de movimiento y posibilidad de cotillear por las ventanillas si le apetece pero sin capacidad para interferir físicamente con el conductor.

Inconvenientes: Es un sistema apropiado para aquellos gatos extremadamente tranquilos a los que no les ponga nerviosos el hecho de ir en coche. Es cómodo para gatos que viajan solos, complicándose cuando el número de felinos aumenta. Ante un accidente, los mejores resultados de seguridad se consiguen con arneses de doble anclaje o, sin duda, con los transportines ubicados en el suelo de la parte trasera.

Precio: Desde aproximadamente 7 euros el modelo de Trixie que tenéis en la foto (que incluye un arnés y el enganche al cinturón) El mismo u otros similares podéis encontrarlos desde menos de 5,00 euros en Zooplus hasta los 14,00 euros en Mascotaplanet. En Tiendanimal uno no de la misma marca pero sí similar tiene un precio de unos 7,00 euros.

Un consejo: Si buscáis un modelo homologado de doble anclaje, consultad las tallas más pequeñas de los modelos caninos. Y tened en cuenta que es necesario comprobar que el modelo que elijamos sea compatible con los cinturones de nuestro coche.

¿Nuestra valoración?: Tres estrellas puesto que todo lo que suponga más seguridad para nuestros gatos es bien recibido y optar por un enganche al cinturón siempre será mejor que llevar al gato descontrolado por el coche aunque en concreto este modelo de un sólo anclaje no es el más seguro. La idea en principio es buena y, como hemos dicho, especialmente atractiva en el caso de tener un único gato tranquilo. Resulta muy interesante en caso de trayectos largos para alternar ratos de "libertad" durante las paradas con ratos en el transportín durante la marcha.

Más información: Para los que queráis saber más sobre seguridad vial y mascotas, os dejamos el enlace a la guía De viaje con tu mascota. Su seguridad, parte de ti, desarrollada por RACE y Royal Canin.

2 de febrero de 2012

Dispensador Funkitty

Uno de los problemas más habituales para los gatos domésticos, tanto para aquellos que viven sólos como incluso para algunos que viven en grupo, es el aburrimiento. Imaginad por un momento una vida fácil y regalada en un territorio ya conocido donde la mayor emoción a lo largo de una jornada sea levantarse del sofá para hacer alguna visita al comedero o al arenero. Y así un día tras otro y tras otro y tras otro... ¿No empezáis a sentir aunque sea ligeramente cierto hastío sólo de pensarlo? Esta falta de actividad hace fácil entender que la obesidad entre felinos caseros se haya generalizado hasta límites insospechados. Pero no es de gatos sobrealimentados de lo que queremos hablaros sino de esos gatos que, ya sea gordos o en su línea, viven completamente aburridos y sin apenas nada que hacer. 

De entre las múltiples opciones que tenemos para minimizar los efectos de esta falta de estímulos cotidianos uno bastante interesante es el de complicar un poco el acceso de nuestro gato a su alimento. Tranquilos, que no nos estamos refiriendo a que pase hambre sino a ofrecerle su pienso o sus golosinas a través de un dispensador del tipo del que tenéis en la foto (este en concreto es el Funkitty, aunque en el mercado podréis encontrar variedad de modelos, diseños y colores) El mecanismo del invento es sencillo: se introducen las croquetas o los premios en el interior, se ajustan las ranuras para que el alimento pueda salir pero no con demasiada facilidad y se deja el dispensador a disposición del gato para que lo empuje, lo pasee, lo arrastre y lo aporree hasta conseguir sacar su comida, estimulando de esta manera su instinto cazador y proporcionándole una fuente de entretenimiento y de satisfacción además de de alimento. ¿Se puede pedir más?

Nuestra experiencia: Cuando nuestros gatos deciden plegarse a las reglas del juego la verdad es que pasan un rato bastante divertido aunque, eso sí, tiene que apetecerles...

Ventajas: ¿Sabíais que hay muchos gatos que prefieren cazar su comida a ingerirla sin esfuerzo? Pues esta es precisamente una manera de entretener a este tipo de felinos además de proporcionarles algún premio o porción de su pienso. Se trata de un cachivache bastante pequeño y fácil de almacenar y de limpiar. Y otro punto a su favor es que, al obligar a ingerir el alimento poco a poco, favorece la buena digestión.

Inconvenientes: En el otro extremo, hay gatos que pasan olímpicamente de este tipo de juguetes y el dispensador supondrá un auténtico fracaso. En el caso de que se decidan a usarlo, si vive alguien en el piso de abajo el ruido del dispensador (que normalmente está hecho de plástico duro) mientras es vapuleado y arrastrado puede resultar molesto. Y otro problema se origina en ocasiones cuando la caza de las golosinas se convierte en un juego grupal porque a veces es uno de los gatos el que se encarga de sacar el pienso mientras los demás van detrás simplemente comiendo.  Se ve que cada cual interpreta lo de entretenerse a su manera...

Precio: Podéis encontrar dispensadores desde los 2 o 3 euros hasta el infinito y más allá aunque por lo general no son demasiado caros. Además, hay que tener en cuenta las diferencias entre comercios: así, el Funkitty en concreto tiene un precio habitual de 3,99 en Zooplus mientras que cuesta 7,50 euros en Tienda Animal. ¡Que cada uno haga sus cuentas!

Un consejo: Para estimular a nuestros gatos a empezar a usarlo lo mejor es introducir sus golosinas favoritas  porque si de buenas a primeras les proporcionamos a través del dispensador el mismo pienso que tienen en el comedero puede que pasen lógicamente de esforzarse...

¿Nuestra valoración?: Consideramos que se trata de un buen invento con una relación calidad-precio equilibrada y que puede proporcionar ratos de diversión a aquellos gatos que se sientan atraídos por su uso, constituyendo una buena opción a la hora de enriquecer ambientalmente el territorio de nuestros felinos. Por ello pensamos que 4 estrellas y media es la puntuación más apropiada, restándole media estrella por lo ruidoso que puede resultar. ¡Y es que nadie ni nada es perfecto!