Una manera sencilla de combatir el aburrimiento y de estimular el instinto cazador de nuestros pequeños felinos domésticos consiste en dividir de vez en cuando una ración de su comida favorita en pequeñas porciones que esconderemos en distintos lugares de la casa, logrando de esta manera con un único gesto cubrir dos necesidades básicas: evidentemente, la alimentación y, de paso, el juego. Como veis, se trata de una combinación perfecta que pone a prueba los refinados sentidos de cualquier gato y, en la mayoría de los casos, el entretenimiento estará asegurado durante más o menos tiempo dependiendo de los escondites elegidos y del interés y la habilidad de cada felino, constituyendo esta búsqueda una actividad especialmente indicada para gatos muy activos y para aquellos otros que tienen tendencia al sobrepeso.
Os recomendamos que si os decidís a poner esta especie de yincana gatuna en práctica no utilicéis el pienso habitual como cebo sino algo que vuestros gatos no coman habitualmente y que realmente les encante, por ejemplo, alguna lata de alimento húmedo o unas cuantas chucherías felinas. Y un consejo fundamental: alternad los escondites en los que ocultéis las porciones puesto que si se acostumbran a encontrar la comida siempre en el mismo lugar la caza pierde su gracia.
Os recomendamos que si os decidís a poner esta especie de yincana gatuna en práctica no utilicéis el pienso habitual como cebo sino algo que vuestros gatos no coman habitualmente y que realmente les encante, por ejemplo, alguna lata de alimento húmedo o unas cuantas chucherías felinas. Y un consejo fundamental: alternad los escondites en los que ocultéis las porciones puesto que si se acostumbran a encontrar la comida siempre en el mismo lugar la caza pierde su gracia.