Controlar el peso de nuestros gatos es una buena costumbre. Y no sólo os estamos hablando de esos gatos que tienen tendencia a acumular gramos de más... Un pesaje periódico nos puede ayudar a detectar por ejemplo un cambio repentino de peso (al alza o a la baja) inapreciable a simple vista pero que nunca está de más vigilar ya que si la tendencia se prolonga o cronifica podría ser señal de que algo no termina de ir bien. Hay propietarios que hacen este control de forma precisa acudiendo cada mes a su centro veterinario pero para aquellos gatos a los que no les gusta salir o para las familias felinas numerosas a las que resulta engorroso acudir a la clínica simplemente para esto, hoy vamos a comentar una manera de llevar al día este control en casa de manera aproximada.
El sistema de pesaje doméstico que os proponemos y que hemos llamado en pareja requiere de una libreta, un bolígrafo, una báscula digítal de baño (decimos digital porque las de aguja son menos precisas...) y un gato. Y a partir de aquí, es sencillo: cogeremos al felino a pesar en brazos y nos subiremos con él a la báscula. Anotaremos el peso resultante (p. ej. 67,10 kg) y soltaremos al gato. Acto seguido, nos pesaremos sólo nosotros, anotando de nuevo el peso indicado (p. ej. 61,20 kg) Restando ambos pesos obtendremos lo que pesa el gato (p. ej. 67,10 - 61,20 = 5,90 kg), teniendo simplemente que repetir esta operación tantas veces como gatos haya en casa. ¿Fácil, no?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hace falta obsesionarse, bastando con anotar el peso de nuestros gatos una vez cada tres semanas o de forma mensual para mantener un control regular y hacernos una idea de la tendencia de cada felino. Otro detalle interesante es que tratemos de anotar los datos siempre en la misma libreta para poder comparar los diferentes pesos de un simple vistazo. Y hemos de tener en cuenta que aunque la báscula de baño, calibrada para humanos, no es tan precisa como las de las clínicas veterinarias, siempre nos ayudará a hacernos una idea aproximada sobre por dónde van los pesos en casa. ¡Por cierto! Tened en cuenta que cada báscula es un mundo y puede haber diferencias importantes entre unas y otras, así que tratad de usar siempre la misma.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hace falta obsesionarse, bastando con anotar el peso de nuestros gatos una vez cada tres semanas o de forma mensual para mantener un control regular y hacernos una idea de la tendencia de cada felino. Otro detalle interesante es que tratemos de anotar los datos siempre en la misma libreta para poder comparar los diferentes pesos de un simple vistazo. Y hemos de tener en cuenta que aunque la báscula de baño, calibrada para humanos, no es tan precisa como las de las clínicas veterinarias, siempre nos ayudará a hacernos una idea aproximada sobre por dónde van los pesos en casa. ¡Por cierto! Tened en cuenta que cada báscula es un mundo y puede haber diferencias importantes entre unas y otras, así que tratad de usar siempre la misma.