Cueva ratón, fotos vía Zooplus. |
En el último pedido que hice a Zooplus la semana pasada metí la pata hasta el fondo. ¿Cómo? Pues les compré una cueva ratón como la de la foto a mis tres gordos. Graciosa, suave, bonita y confortable pero, por desgracia, demasiado pequeña, que ni empujándoles entran. Y conste que la culpa de esta compra fallida fue sólo mía por no fijarme en las medidas que tan claramente acompañan a la descripción de la cueva. Vamos, que me cegó el ratón y no miré nada más. ¡Cosas que pasan!
El caso es que este error (que no tiene mayor repercusión que unos euros gastados y buscar a algún gato de menos de 5 kilos a quien regalarle una preciosa cueva) me ha hecho pensar en lo importante que es en realidad el tamaño a la hora de elegir algunas piezas del menaje para nuestros peques. Porque, parémonos un momento a pensar: las cosas no deben ser ni grandes ni pequeñas en función de dónde las queremos colocar o de nuestro gusto a la hora de decorar, sino que el tamaño ha de estar acorde a la talla y al gusto de nuestras fieras. Y así cuando elegimos camas, comederos, areneros, rascadores o transportines resulta obvio que el tamaño sí que importa y mucho más de lo que pensamos.