1 de junio de 2012

Esterillas de fibra vegetal

Que los gatos tienen que afilarse las uñas es un hecho y para satisfacer esta necesidad contamos en el mercado con los árboles rascadores, más o menos aparatosos y normalmente compuestos por postes verticales recubiertos de sisal, plataformas y alguna que otra cueva: la cantidad de modelos, calidades y diseños es inmensa siendo indispensable contar al menos con uno en toda casa que desee resguardar su mobiliario de las garras felinas. Pero el caso es que, además del rascador con diseño a lo alto, a muchos gatos les gusta disponer de alguna zona en la que poder marcar y arañar en horizontal, siendo las esterillas y salvamanteles de fibras vegetales trenzadas una opción buena, bonita y barata.

Nuestra experiencia: Descubrimos esta afición por las fibras vegetales trenzadas con nuestro primer gato, al que le encanta jugar con uno de nuestros salvamanteles. Y ese es el motivo por el que en casa siempre hemos puesto a su disposición alfombrillas de junco, paja o esparto con diseños, tamaños y colores variados

Ventajas: Todos nuestros gatos utilizan estas esterillas, que ponemos a su alcance distribuyéndolas estrategicamente por distintas habitaciones: normalmente las usan para afilarse las uñas pero a veces duermen sobre ellas. Con las redondas más pequeñas (de entre 15 y 25 cm. de diámetro) incluso llegan a jugar como si se tratara de un disco: nosotros lo lanzamos y ellos lo atrapan en cuanto llega al suelo. Es importante destacar que se trata de un elemento móvil fácilmente transportable, por lo que si hay que trasladarlo no hay problema y es considerablemente discreto en comparación con otros rascadores. Más puntos a favor de estas alfombrillas: son (dependiendo de donde las compremos) ecológicas, artesanales y baratas, estando disponibles casi en cualquier tienda de menaje.

Inconvenientes: Como cualquier rascador o plataforma para afilarse las uñas, las fibras se van deteriorando con el tiempo y con el uso y por ello es recomendable revisar de vez en cuando el estado de nuestras esterillas.

Precio: Entre 0,60€ y 12€ es un abanico lo suficientemente amplio para disponer de una variedad de tamaños y modelos más que aceptable, aunque el precio puede llegar hasta el infinito y más allá, dependiendo del material, lo complicado del diseño, la talla de la pieza y la tienda en la que nos decidamos a comprar. Para que os hagáis una idea, las que se ven en la foto rondan entre los 0,60 y los 2€, siendo la más grande, con unos 55 cm. de largo, la que tiene forma de gato tumbado. Están elaboradas en paja en crudo y teñida y las hemos ido adquiriendo en tiendas multiprecio y bazares de nuestro barrio.

Nuestra valoración: Estas esterillas de fibras vegetales son útiles, bastante discretas, resistentes y económicas: ¿qué más se puede pedir? Y es que, ante la necesidad de nuestros gatos de afilar sus garras, nada mejor que ofrecerles variedad. En este sentido, las esterillas y salvamanteles reconvertidos en rascadores horizontales son una opción estupenda que nos permite poner a disposición de nuestros felinos espacios extras donde rascar y marcar, enriqueciendo de esta manera su territorio y contribuyendo a su bienestar. No hay que olvidar que el fracaso de muchos árboles rascadores de diseño en altura radica en ocasiones sencillamente en la preferencia del gato por una superficie horizontal en la que afilarse las uñas. 

Un consejo: A la hora de elegir un modelo de estera de fibra, comprobad que las fibras no pinchan. Para gatos novatos, recomendamos una esterilla lo suficientemente grande para poder subirse en ella mientras afila sus uñas porque si es demasiado pequeña puede resultarle incómoda. ¿Lo ideal? Tamaño alfombrilla de baño o felpudo de la puerta. Y no tratéis de esconderlos: los rascadores (y esto sirve también para los de postes) deben estar ubicados allí donde el gato hace su vida e interactúa con nosotros, debiendo olvidarnos de la tentación de ocultarlos en la zona más recóndita de la casa. Podéis verlo así: gracias a ese rascador que nos vemos obligados a plantar en medio del salón, del dormitorio o de la cocina, no tendremos una casa de revista de muebles, pero al menos conservaremos muebles en la casa. ¡Todo un consuelo!

4 comentarios:

  1. Es un muy buena opción, a veces la gente se arruina comprando rascadores super grandes y luego con una alfombrilla del chino el gato se lo pasa en grande.

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    1. Eso es cierto: no es necesario gastar enormes cantidades de dinero para acondicionar una casa felina. Y es que para muchas cosas vale más el ingenio y las buenas ideas que los grandes desembolsos.

      Un saludo y gracias por opinar.

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  2. Pues porque no había yo visto nunca esa esterilla con forma de gato de la foto, que si no ya la tenía en mi poder!! ¡Qué chula!
    Mis gatos, además de sus rascadores, utilizan las alfombritas del pasillo, los laterales del colchón de la cama, las esquinas del sofá... Quizás incluya una de estas esterillas para que perfeccionen su manicura y pedicura...

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    1. Seguro que si incluyes alguna esterilla en su repertorio de afilado les encanta.

      ¡Gracias por pasar y comentar!

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