22 de septiembre de 2012

Reciclando ropa

Llega el momento de despedirnos del verano y de dar la bienvenida al otoño. Y el caso es que una nueva estación conlleva en muchas ocasiones una revisión de las prendas de vestir que tenemos guardadas en armarios y cajones. Si este es vuestro caso o si os toca limpieza de ropa por cualquier otro motivo y resulta que encontráis piezas que toca desechar, os recomendamos que no dejéis de echarle un vistazo a nuestra entrada porque aquellos que tengáis gato quizá descubráis una forma de reciclar las mangas y perneras de algunas prendas sacándoles partido más allá de su uso como trapos. ¿Queréis saber más? Continuad leyendo y veréis.

Algunas piezas de ropa elaboradas a base de algodón como camisetas de manga larga o pantalones de pijama pueden resultarnos muy útiles una vez agotada su vida útil como prendas de vestir para humanos. ¿Para qué? Pues lo creáis o no, para evitarnos el trago de que nuestro adorado felino tenga que llevar collar isabelino.

Imaginemos que nuestro gato tiene algún tipo de lesión en el cuerpo que no deja de lamerse, consiguiendo con su insistencia que la cosa empeore. Una opción para impedírselo sería un collar isabelino, ese chisme de plástico que se les pone al cuello y que los gatos no suelen llevar nada bien... Otra: confeccionarle una camiseta aprovechando una manga o una pernera.

¿Los materiales? Fáciles de conseguir. Sólo necesitaremos la prenda de ropa y unas tijeras. ¿La técnica? Sencilla. Elegiremos manga o pernera en función de la talla del gato (los grandotes y/o gorditos suelen apañarse mejor con la pata de un pantalón) cortando el largo necesario en función de la longitud de nuestro modelo. En este punto sólo nos quedará realizar cuatro agujeros con las tijeras calculando a ojo el sitio que permita pasar las cuatro patitas del gato y ¡voilá! Tendremos lista nuestra camiseta.


Las variantes del patrón dependerán tanto de la talla del gato como del lugar en el que se encuentre la lesión: dependiendo de esto a algunos les bastará con una camiseta pasada sólo por las patitas de delante mientras que otros tendrán que lucir el vestidito completo. ¿Usos? Desde autolesiones por lamido a heridas de todo tipo, pasando por gatitas esterilizadas que intentan arrancarse los puntos... ¿Un consejo? Que si el tratamiento o las curas van para largo, confeccionemos más de uno para tener quita y pon. Y así, a partir de ahora, antes de tirar una prenda deteriorada o pasada de moda a la basura, plantearos cortar y guadar sus mangas o perneras. No os ocuparán mucho sitio y os pueden sacar de un apuro en alguna que otra ocasión.

Nota: Aunque algunos gatos tardan en acostumbrarse a llevar esta ropa, el mal rollo suele pasárseles si no le damos demasiada importancia. Nuestra gata, que llevó uno de estos trajecitos tras la esterilización, caminaba hacia atrás y maullaba cual niña de El exorcista aunque cuando creía que no la mirábamos hacía vida prácticamente normal. Tengamos en cuenta que la confección de estas prendas está pensada para casos de necesidad y no como modo de disfrazar a nuestros gatos. Por ello es importante que evitemos echarnos unas risas a costa del convaleciente, haga lo que haga, puesto que podría ofenderse o incluso deprimirse...

4 comentarios:

  1. ¡Qué buena idea! Sobretodo si de lo que se trata es de evitar el uso del collar isabelino, no puedo imaginarme un cacharro más incómodo para un pobre gato...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, Gema: el collar isabelino, a pesar de su innegable utilidad, puede resultar muy incómodo para algunos gatos y todo un suplicio para la familia al completo. Por eso (y siempre que el felino en cuestión y su lesión lo permitan) esta es una idea fácil de poner en práctica y mucho más cómoda.

      Un saludo y gracias por pasarte.

      Eliminar
  2. Buena idea, pero dudo que mis michis se lo dejarían poner. Yo prefiero un collar hinchable, que por cierto era la salvación de Lorenza. La pobre con el isabelino ni comía ni dormía... http://bit.ly/mimigaslorenza

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto, MiMiga, su uso depende del gato, pues no todos lo aceptarán ni es apto para cualquier lesión, pero lo mismo pasa con el isabelino, tortura literal de muchos gatetes... En cuanto a los collares hinchables, constituyen otra opción muy interesante al ser menos estresantes e incómodos que el collar isabelino tradicional ;)

      ¡Saludetes y gracias por pasarte y opinar!

      Eliminar