¿Luces ya lazo naranja? |
Documentándome mientras preparaba esta entrada, he leído en un artículo titulado "Relación entre el maltrato a animales, abuso a niños y violencia en humanos" una frase que me ha hecho pensar: "No todo individuio que haya maltratado animales acabará siendo un asesino en serie, pero casi todos los asesinos en serie cometieron actos de crueldad con animales". Los datos así lo demuestran: el maltrato animal suele preceder y predecir la agresividad hacia humanos, iniciándose esta relación enfermiza y viciada con la violencia la mayoría de las veces en la más tierna infancia. Y es que son muchos los niños y adolescentes de familias desestructuradas y problemáticas que aprenden que maltratar a un animal es algo "aceptable" y "habitual", convirtiéndose de esta forma ellos mismos en agresores vengativos como reflejo de la violencia a la que se ven sometidos en el seno de sus propios hogares. Pero ya sea en niños o en adultos, lo cierto es que el maltrato contra los animales nunca puede ser lícito y siempre constituye una señal de alarma que indica que algo no marcha bien...
Quizá os preguntéis el motivo por el que os estoy contando todo esto, pero creo que si os habéis fijado en las vistosas ilustraciones que acompañan al texto ya lo habréis deducido: abril es el mes para la prevención contra el maltrato animal y el color naranja, su símbolo. Y es precisamente en la prevención donde radica el quid de la cuestión. Porque somos muchos los que nos posicionamos abiertamente en contra del maltrato a los animales, pero además de gritárselo a los cuatro vientos es fundamental que nos esforcemos por prevenir, evitando que las próximas generaciones acepten como normal este tipo de violencia gratuita y sádica. Los estudios demuestran que la relación saludable y en positivo de un niño con un animal de compañía le ayudará a aprender a ser responable, a desarrollar la empatía, a descubrir el afecto incondicional, a gozar de equilibrio emocional, a relacionarse con el mundo que le rodea y a reforzar su autoestima, sensaciones y sentimientos que se consolidarán durante su fase adulta y le ayudarán a convertirse (al menos yo lo creo así) en una mejor persona. Y esto es algo que consigue que el esfuerzo y la lucha contra el maltrato animal merezcan aún más la pena.
Curiosamente, en el otro extremo de la cruda realidad, encontramos datos sobre perros y gatos víctima de maltrato y abandono recogidos por protectoras y asociaciones formando parte de programas de TAA, terapia asistida con animales, dirigidos a niños que también han sido maltratados y/o abandonados en un intento por devolver la cordura y abrir los ojos a esta sociedad curando las almas rotas a base de lametones que cierran heridas, de prevenir el terror dando una oportunidad a las víctimas de la violencia antes de que sea demasiado tarde, antes de que ellos mismos se conviertan en verdugos: niños que recuperan la empatía y la sonrisa, animales en los que renace la confianza, una simbiosis perfecta que ayuda a superar las malas experiencias y a iluminar el porvenir, el suyo y el de todos, con un rayo de esperanza. Y ¿quién sabe? Quizá el primer paso hacia el final de la violencia contra animales y personas sea un gesto tan sencillo como lucir, este mes y siempre, un lazo y una actitud de vistoso color naranja.
Permitid que acabe esta reflexión con la tierna historia de los niños que leen a los gatos en un albergue en Pensilvania al amparo del programa Book Buddies: unos lo hacen para mejorar sus aptitudes lectoras, otros para aprender a relacionarse, todos creando un vínculo especial con los gatos sin hogar, aprendiendo a compartir, a ayudar, a acompañar y a reír. Porque ellos son el futuro, ellos, estos niños que hoy leen en voz alta a gatos sin hogar, nuestra apuesta por un mundo mejor.
Quizá os preguntéis el motivo por el que os estoy contando todo esto, pero creo que si os habéis fijado en las vistosas ilustraciones que acompañan al texto ya lo habréis deducido: abril es el mes para la prevención contra el maltrato animal y el color naranja, su símbolo. Y es precisamente en la prevención donde radica el quid de la cuestión. Porque somos muchos los que nos posicionamos abiertamente en contra del maltrato a los animales, pero además de gritárselo a los cuatro vientos es fundamental que nos esforcemos por prevenir, evitando que las próximas generaciones acepten como normal este tipo de violencia gratuita y sádica. Los estudios demuestran que la relación saludable y en positivo de un niño con un animal de compañía le ayudará a aprender a ser responable, a desarrollar la empatía, a descubrir el afecto incondicional, a gozar de equilibrio emocional, a relacionarse con el mundo que le rodea y a reforzar su autoestima, sensaciones y sentimientos que se consolidarán durante su fase adulta y le ayudarán a convertirse (al menos yo lo creo así) en una mejor persona. Y esto es algo que consigue que el esfuerzo y la lucha contra el maltrato animal merezcan aún más la pena.
Curiosamente, en el otro extremo de la cruda realidad, encontramos datos sobre perros y gatos víctima de maltrato y abandono recogidos por protectoras y asociaciones formando parte de programas de TAA, terapia asistida con animales, dirigidos a niños que también han sido maltratados y/o abandonados en un intento por devolver la cordura y abrir los ojos a esta sociedad curando las almas rotas a base de lametones que cierran heridas, de prevenir el terror dando una oportunidad a las víctimas de la violencia antes de que sea demasiado tarde, antes de que ellos mismos se conviertan en verdugos: niños que recuperan la empatía y la sonrisa, animales en los que renace la confianza, una simbiosis perfecta que ayuda a superar las malas experiencias y a iluminar el porvenir, el suyo y el de todos, con un rayo de esperanza. Y ¿quién sabe? Quizá el primer paso hacia el final de la violencia contra animales y personas sea un gesto tan sencillo como lucir, este mes y siempre, un lazo y una actitud de vistoso color naranja.
Permitid que acabe esta reflexión con la tierna historia de los niños que leen a los gatos en un albergue en Pensilvania al amparo del programa Book Buddies: unos lo hacen para mejorar sus aptitudes lectoras, otros para aprender a relacionarse, todos creando un vínculo especial con los gatos sin hogar, aprendiendo a compartir, a ayudar, a acompañar y a reír. Porque ellos son el futuro, ellos, estos niños que hoy leen en voz alta a gatos sin hogar, nuestra apuesta por un mundo mejor.
Lazo naranja de @LaGataBernarda. |
Para saber más. Os dejamos unas cuantas referencias además de los enlaces que aparecen ya incluídos en el texto por si os ha interesado el tema y queréis seguir tirando del hilo [Todos ellos disponibles a fecha de publicación de esta entrada]
- RODRÍGUEZ, C., El encantador de gatos, pp. 206-208.
- "ASPCA April", en aspca.org (Web de la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals) [Disponible a 13 de abril de 2014]
- "Introducción al concepto de maltrato hacia animales y humanos", en AnimaNaturalis.org [Disponible a 13 de abril de 2014]
- QUEROL, N., "Ética animal. Violencia hacia animales por menores... ¿Cosas de niños?", en Revista de Bioética y Derecho, nº 13, abril 2008, pp. 12-28.
Que pena que sucedan estas cosas... qué lástima dónde llega el ser humano a veces siento vergüenza de esos individuos que se divierten con el maltrato animal y lástima también por el maltrato infantil, es una pena
ResponderEliminarSaludos
Creo que ante este tipo de casos lo único a lo que podemos aferrarnos es a la esperanza en un mundo mejor. Y de ahí la importancia de la educación en positivo, de la prevención y de algo tan simple como unos lazos naranjas...
Eliminar¡Saludetes, Manderley! Encantados de verte por aquí ;)
Hola! Os he conocido a través de Lidia, y me ha encantado pasar por aquí, y por supuesto quedarme! Soy una amante de los animales en general, y de los gatitos en particular, tengo varios adoptados y seguro que aprendo mucho con vosotros!! Me llevo a mi blog el logo del mes de abril, me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso!!
Muchas gracias por pasarte y comentar, Cristina. Si te gustan los gatos y sus cosas, este es tu blog. Y gracias también por compartir el lazo naranja contra el maltrato de La Gata Bernarda, porque la difusión en un tema como este es fundamental.
EliminarUn saludo y hasta pronto ;)
Cuando conocimos el proyecto "Book Buddies" nos fascinó. Especialmente interesante la idea de cooperación entre seres humanos y gatos/as. Aquí el beneficio es compartido. Las mascotas aprenden a sociabilizarse interactuando con niñas/os y los/as peques encuentra un espacio y compañía amable que les estimula a realizar sus progresos en la lectura. Estupendo binomio!
ResponderEliminarEs una combinación perfecta, Gatos con. Equilibrio y vínculo humano-animal en estado puro.
Eliminar¡Mil gracias por animarte a comentar! Nos vemos y leemos :)