El acné en los gatos

Cuando escuchamos la palabra acné lo habitual es que pensemos en granos, espinillas y puntos negros, manifestaciones propias de una enfermedad común de la piel humana que puede afectar a personas de cualquier sexo y edad, siendo especialmente recurrente durante la etapa de la adolescencia; pero lo que quizá no sea tan usual es que se nos ocurra pensar que nuestros queridísmos gatos también pueden ser víctimas de esta afección cutánea, resultando en realidad el acné felino una dolencia más frecuente de lo que podría pensarse en un primer momento aunque con tendencia a pasar inadvertida salvo en los casos en los que las lesiones se tornan realmente graves.

Una enfermedad desconcertante: El acné felino se produce cuando las glándulas secretoras de sebo del área submentoniana del gato vinculadas al marcaje facial aumentan su actividad por causas que, por desgracia,  no están del todo claras: entre los motivos intrínsecos que justifican esta "revolución sebácea" los expertos barajan el crecimiento anormal de los folículos pilosos, las alteraciones del sistema inmunitario y la pura y dura genética, quedando entre las justificaciones externas la reducción en los hábitos de higiene, el uso de comederos de plástico y, como casi siempre al hablar de gatos, las situaciones que provocan estrés. Como vemos, un variopinto abánico de posibles aunque inciertos sospechosos que conduce a algunos veterinarios a etiquetar como idiopática e imprevisible esta afección caracterizada en sus versiones leves por la aparición de comedones o puntos negros en la barbilla y en los labios que pueden agravarse en ocasiones de la mano de infecciones secundarias por bacterias y/u hongos y por las propias lesiones autoinfligidas por el gato en la zona.

Las incógnitas relacionadas con el origen del acné felino no se clarifican a pesar de que indaguemos en aspectos como su incidencia o recurrencia. Y es que esta patología dermatológica puede aquejar a gatos de cualquier sexo y/o edad, enteros o castrados, que protagonizarán desde casos con un único e inexplicable brote a lo largo de sus vidas hasta cuadros de pronóstico variable en los que la cronificación de los episodios resultará evidente.

¿Se puede prevenir?: Recomendaciones como no usar comederos y bebederos de plástico o limpiar los restos de comida de la barbilla de los gatos propensos a padecer acné pueden ayudar a reducir los brotes, aunque sin una causa bien definida, se vuelve difícil proponer remedios y soluciones. Pero seamos lógicos: en el caso de que aparezcan, si los comedones son asintomáticos y no provocan molestias en nuestros gatos, lo mejor es no intervenir. Y, por supuesto, ¡nada de apretujar las espinillas! Vigilemos la zona afectada pero sin llamar la atención del gato sobre la misma, controlando la evolución de unas lesiones que, por regla general, tenderán a remitir. Eso sí, en caso de agravamiento o ante la más mínima duda, lo mejor será consultar a un veterinario.

Nuestra experiencia: Elmo tiene tendencia a padecer acné. Por suerte y hasta ahora siempre nos hemos enfrentado a brotes esporádicos y de escasa intensidad que no han precisado de la intervención del veterinario para remitir, aunque han provocado que estemos pendientes tanto de la recurrencia de las lesiones como de las características propias de esta enfermedad, quedándonos claro hasta la fecha que los puntos negros suelen reaparecer coincidiendo con momentos en los que la rutina de nuestra casa se ve alterada (p. ej., vacaciones, fiestas,...)

Curiosidad felina: ¿Sabíais que los gatos pueden tener acné? ¿Vuestros gatos han padecido algún brote? ¡No dejéis de compartir vuestra experiencia!

Para saber más: Os dejamos el enlace a tres textos que hemos consultado a la hora de redactar la entrada:

• "Acné felino y cola de semental", en la colección de artículos del GEMFE (Grupo de Especialidad de Medicina Felina) [Disponible a 31 de mayo de 2013]
• "Acné felino", en la revista El Gato en Casa, nº 29, junio de 2012, p. 7 [Disponible a 31 de mayo de 2013]

¡Ojo!: Si os decidís a investigar tened en cuenta que algunas de las imágenes que acompañan a los textos sobre acné felino corresponden a casos con lesiones graves y pueden resultar poco agradables.