Clínicas amables con los gatos

Según el Bayer Veterinary Care Usage Study, un estudio sobre consumo de cuidados veterinarios llevado a cabo por Bayer en 2011 en EE.UU. muchos propietarios de gato retrasan, o incluso evitan, acudir al veterinario porque consideran que supone una fuente de estrés para sus gatos y para ellos mismos. Sesudas investigaciones aparte, como humana responsable de tres gatos siempre he pensado (y  sentido) que las visitas a la clínica son un mal trago en general para las mascotas, pero un suplicio indecible para los felinos domésticos. Ellos, por su manera de ser, sufren (a veces maullando, a veces en silencio) todos y cada uno de los segundos que forman parte de esta traumática experiencia: la entrada normalmente a la fuerza en el transportín, la salida de casa, el traslado a pie o en coche, la llegada a la clínica con sus extraños olores, la habitual espera demasiado larga a veces junto a un par de perrazos que no paran de ladrar, la gente que quiere mirar qué llevas en el transportín,... Todo esto que contamos sin haber entrado aún en la consulta donde dependemos al 100% de la pericia y saber hacer del equipo veterinario a la hora de tratar con felinos. Y llegados a este punto, seamos sinceros: no todos los veterinarios entienden a los gatos y/o comprenden su biología y su etología, pudiendo acarrearnos un manejo negligente, descuidado o brusco desde un simple mal recuerdo hasta un disgusto realmente grave.

Partamos de algo sencillo que en mi opinión es lógico: para ser un buen veterinario de gatos te tienen que gustar los gatos. Es esta una premisa simple pero no tan frecuente como nos gustaría a los gateros, que deberemos valorar como punto fundamental a la hora de escoger clínica. Y es que si un profesional conoce la naturaleza del gato asumiendo que no es un perro pequeño y le trata en consecuencia, adaptando la visita, los tiempos, los cuidados, las instalaciones y el equipo al carácter gatuno no os imagináis la de puntos que tendremos ganados a la hora de atender las necesidades sanitarias de nuestros felinos.

Por suerte, conscientes de la importancia de "gatificar" la sanidad veterinaria, la ISFM (International Society of Feline Medicine) en colaboración con GEMFE-Avepa (Grupo de Estudio de Medicina Felina de España) está concediendo el distintivo de Clínica Amable con los Gatos a aquellas clínicas que cumplen una serie de requisitos y superan una evaluación dentro del programa europeo WellCat de ISFM-Purina, llamando así la atención de los propietarios de gato sobre aquellos centros veterinarios que se esfuerzan por dar una atención esmerada y adaptada a la idiosincrasia felina. Instalaciones acondicionadas, horarios reservados, salas de espera independientes con decoración e información felina o consultas y zonas de hospitalización exclusivas constituyen pequeños detalles que favorecen al gato y facilitan su paso por la clínica pero que casi ningún centro había tenido en cuenta hasta hace algunos años cuando, a causa de su vertiginoso aumento como animal de compañía, se empezó a plantear la importancia de ofrecer una atención felina especializada que se tradujo en la adapatación de algunos centros y en el surgimiento de varias clínicas exclusivas (Tot Cat en Barcelona, Gattos y Clínica Felina Ventas en Madrid,...) que han hecho de la "gatificación" en el trato y en las infraestructuras un valor añadido a unos cuidados médicos específicos y de calidad.

Gracias al programa WellCat y al interés de muchos profesionales, el listado de clínicas adaptadas a las necesidades felinas va creciendo en nuestro país, siendo muchos los centros que lucen ya su distintivo como clínica cat-friendly de oro o plata y muchos más los que esperan su acreditación tras haber reflexionado acerca de los puntos débiles y fuertes de sus instalaciones y de su equipo humano y haberse comprometido a resolver los primeros y a mantener los segundos, todo con el fin de lograr crear espacios más felinos en los que gatos y propietarios se sientan si no cómodos al menos no estresados y clínicas en las que nuestros gatos sean correctamente atendidos por profesionales que cuiden al tiempo de su salud y de esos detalles que conseguirán que la experiencia de ir al veterinario deje de ser una pesadilla.

Así que ya sabéis: si necesitáis clínica para vuestros gatos, no os olvidéis de consultar la lista publicada en la web de la International Cat Care o de buscar el logo del gatito negro con corazón que aparece al principio de esta entrada y que acredita que nos encontramos ante centros amables con nuestros felinos porque seguro que vuestros peques lo agradecen y vosotros, también.

Fuentes y bibliografía: Por si queréis saber más sobre este tema, os dejamos los enlaces a los artículos y material que hemos consultado para redactar esta entrada sobre las clínicas amables con los gatos.

• Barreneche, E. "Las clínicas felinas: ¿un capricho o una necesidad?", en GEMFE. Boletín digital, nº 6, 3-2012, pp. 8-12.
• "Directrices para un manejo amable con los gatos", en Journal of Feline Medicine and Surgery, volumen 13, mayo de 2011, pp. 364-377. Artículo con consejos y recomendaciones para un manejo adecuado del equipo médico hacia los pacientes felinos.
• "Los clientes con un gato ¿elegirían su clínica?" Información para centros veterinarios interesados en formar parte de la red de clínicas cat-friendly.
• Descripción del Programa WellCat. (En inglés)

Curiosidad felina: ¿Consideráis las clínicas "gatificadas" una moda o una necesidad? ¿Preferiríais que vuestros gatos fueran atendidos en un centro amable con los gatos? ¿Ya acudís a una de estas clínicas cat-friendly? ¿Qué os parece esta iniciativa? No os cortéis y hablemos de veterinarios, que seguro que entre todos sacamos muchas cosas en claro. ¿Alguien se anima?

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Nota aclaratoria: Queremos creer que los centros acreditados como clínica amable con los gatos por este proyecto lo son, aunque estamos seguros de que en ese listado no pueden estar todos y que hay much@s veterinari@s que son maravillos@s con felinos a pesar de no trabajar al amparo de una clínica cat-friendly o de un centro exclusivo, siendo misión siempre del propietario la de valorar el trato y la atención que recibe su gato en sus visitas y actuar en consecuencia; esto significa que si estamos contentos con nuestra clínica, no tenemos porqué cambiar, aunque si por circunstancias de la vida necesitamos una segunda opinión o buscar un nuevo veterinario no está de más tener en cuenta que las clínicas específicas para felinos o las mixtas adaptadas existen y podemos recurrir a ellas.