No sin mi saquito térmico...

Saquitos térmicos de Esperanza Felina.

Aunque este año esté siendo muy benigno y algunos días pueda resultar hasta increíble, lo cierto es que estamos en invierno y a poco que bajen las temperaturas a nuestros gatos les gusta arrebujarse y dormir bien arropaditos. Mientras estamos en casa con ellos disfrutan como el que más de nuestras estufas y calefacciones, pero ¿qué pasa cuando tenemos que salir y hay que desenchufar? Podemos dejarles una manta sobre la cama o incluso un confortable saco de dormir, pero una opción maravillosa y 100% segura es optar por un saquito térmico de semillas que les proporcionará calor durante horas mientras nosotros no estamos. Podéis comprarlos ya hechos o, si sois mañosos, confeccionar uno fácilmente. Y es que todo vale con tal de que nuestros pequeños estén cobijados y no pasen frío durante sus largas siestas. Nosotros los usamos desde hace años y os aseguro que son cómodos, resistentes y todo un éxito. ¿Os animáis a entrar en calor?

Pero ¿de verdad funcionan? Pues sí: simplemente hay que calentar el saquito durante unos minutos en el microondas (o en el horno) y las semillas que contienen conservarán el calor un buen rato, convirtiéndose en un elemento la mar de atractivo para cualquier gato friolero. Su principal ventaja radica en que no es necesario que esté enchufado (como por ejemplo una manta eléctrica) con lo que podremos salir tranquilos sin dejar nada conectado y al alcance de nuestros gatos.

¿Cómo se usan? Si nunca lo habéis usado, nuestra recomendación es que lo calentéis, se lo enseñéis a vuestros gatos y luego lo dejéis donde ellos suelan dormir. Acudirán a cotillear y seguro que alguno entiende enseguida que tumbarse al lado o encima tiene su puntito. A nosotros, que los usamos desde hace tiempo, nunca se nos olvida ponerlos simple y llanamente porque nuestros gatos, sobre todo Noa, nos los piden. En cuanto bajan un pelín las temperaturas no falla y el ritual de la mañana implica saludos, desayuno y saquitos.

¿Lo compro o lo hago? Pues eso, a vuestro gusto. Al no tratarse de un producto específico para mascotas, podéis encontrarlos fácilmente ya hechos en herboristerías, tiendas de artesanía e incluso farmacias, aunque ya que aquí hablamos de gatos, ¿qué tal comprar saquitos térmicos solidarios? Muchas protectoras los tienen a la venta y por un módico precio conseguís ayudar a los animalillos sin hogar y que vuestros gatos no pasen frío. Así, el saquito de la foto que abre la entrada es un modelo que Esperanza Felina tenía a la venta el año pasado. Bonito, ¿eh?

Aunque si somos mañosos, ¿por qué no decidirnos a hacer nuestros propios saquitos térmicos? Los podremos confeccionar en el formato que mejor nos apañe (redondo, rectangular, cuadrado...) aprovechando retales que quizá tengamos por casa y con relleno a base de semillas o legumbres. Os dejamos este vídeo tutorial a cargo de Menudo numerito en el que nos explican perfectamente cómo acometer nuestra labor para ultimarla con éxito.

¿En conclusión? Los saquitos térmicos son una magnífica opción apta para gatos, perros y personas a la hora de entrar en calor: buenos, bonitos, baratos, económicos y ecológicos, en nuestra opinión merecen la pena. ¿Os animáis a probarlos?

Nota: No hemos hablado aquí de las virtudes de estos saquitos para combatir dolores, uno de sus usos más comunes y especialmente interesante para animales como nuestro Rumbo con artrosis. Pero esa ya será otra historia...