25 de febrero de 2013

¿Juguetes de piel?

Supongo que a estas alturas todos hemos escuchado algo acerca de los productos alimenticios elaborados con carne de caballo pero etiquetados como vacuno que han alarmado a la par que ruborizado a nuestra vieja Europa desde que el pasado mes de enero la información se hiciera pública. Este grave desliz constituye como mínimo un fraude de consumo que provoca dudas razonables sobre la efectividad de los controles comunitarios entre unos compradores a quienes no les queda más que la certeza de que no es oro todo lo que reluce a pesar de lo que recen las etiquetas... Y eso que, ¡ojo al parche!, estamos hablando de productos para humanos. Pero volviendo a nuestro terreno, este escándalo nos ha llevado a recordar un rumor sobre materias primas que salpicó el mercado de productos para mascotas hace unos años al afirmarse que el secreto del éxito de muchos juguetes de peluche para gatos radicaba en que estaban elaborados con piel canina y felina. Y, visto lo visto, quizá lo que a priori parecía un simple bulo podría tener algo de verdad (porque cuando el río suena...)

Prácticamente hasta 2008 en cualquier tienda de productos para mascotas podían adquirirse unas ratitas de pelo gris, blanco o negro pequeñas y suaves que volvían completamente loco a uno de nuestros gatos. Pero el frenesí cazador sólo llegaba con unas muy concretas confeccionadas con piel y que poco a poco fueron sustituidas en el mercado por otras elaboradas con peluche sintético. Recavando información sobre el motivo del evidente relevo, nos enteramos de la existencia de partidas de juguetes para mascotas elaborados con pelo de perro o gato procedentes de países de Extremo Oriente y cuya importación y comercialización quedaban prohibidas en virtud de la aplicación a partir de 2009 del reglamento CE 1523/2007 del Parlamento Europeo. Huelga decir que el macabro descubrimiento nos impresionó a pesar de rozar el nivel de genuina leyenda urbana, volviéndonos cuidadosos a la hora de seleccionar los juguetes para nuestros gatos a partir de ese momento a pesar de que la normativa europea parecía darnos la razón y ampararnos como consumidores.

Y aunque desde entonces ha llovido, traemos el caso a colación porque de un tiempo a esta parte cada vez son más habituales en tiendas multiprecio y de productos para mascotas ratitas de suave pelo con origen oriental que indican en sus etiquetas (cuando lo reflejan...) que se trata de peluches para gato elaborados con piel de conejos de consumo (aquellos que se matan para comercializar su carne y cuyas pieles de otra manera serían desechadas) aunque lo cierto es que esto no tiene porqué ser un consuelo y, si nos ponemos conspiranoicos a la luz del tema de la carne de equino, ni tan siquiera real...

Sea como sea, y sin entrar en duros detalles, es innegable que la industria peletera canina y felina es una actividad que mueve millones y que se desarrolla con fuerza en paises como China, Vietnam, Tailandia o Camboya, llegando los productos finales (abrigos, complementos de moda, figuritas decorativas, peluches para mascotas...) a ser vendidos prácticamente en cualquier parte del mundo a pesar de las leyes que lo prohiben a causa de la dificultad (o falta de interés) a la hora de rastrear estos materiales. Si ejercemos como abogados del diablo, podríamos decir que rechazar rotundamente este tipo de piel y no otras se debe a reticencias culturales y morales, pero lo cierto es que, aún a riesgo de parecer radicales pero sin pretender abrir una disputa acerca del uso de otro tipo de pieles, si no tenemos garantía a la hora de adquirir juguetes para felinos (que es de lo que hablamos aquí) ante la duda y a pesar del etiquetado quizá la mejor opción sea no comprar ningún producto que parezca confeccionado con piel auténtica, evitando así la morbosa posibilidad de que nuestros gatos jueguen con los tristes despojos de otros felinos que no tuvieron tanta suerte...

Curiosidad felina: ¿Realidad o cuento chino? ¿Creéis que los juguetes para gato hechos de piel de gato no son más que una leyenda urbana? ¿O pensáis que quien evita la ocasión, evita el peligro? ¡No dejéis de contarnos!

Nota: En esta ocasión y a causa de la dureza del tema obviamos los enlaces a los artículos consultados a modo de documentación, aunque si alguien quiere saber más basta con teclear en cualquier buscador  "Peletería felina y canina", "Pieles de gato y perro" o cualquier grupo de palabras semejante para obtener material más que suficiente...

10 comentarios:

  1. Dios me he quedado horrorizada, Prefiero evitar el peligro y no comprar ese tipo de juguetes, gracias por a información.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, María.

      Nosotros pensamos lo mismo: ante la duda, mejor elegir otro tipo de juguete, que en el mercado hay variedad para hartarse.

      Un saludo y gracias por comentar.

      Eliminar
  2. Aix madre mía !!! Yo no llevo nada de piel, aunque es una textura que me encanta. Todo lo que pueda llevar es imitación o sintético. Ya me lo creo todo lo que cuentas, sobre todo de estos países que deben aprovechar hasta las uñas aj. Mis niños lo que más tienen son pelotitas y cajas de cartón que les encantan. Y nada de cosas peludas que además enganchan mucho polvo!!!! Y ahora todavía menos.
    Ronroneos gatunos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Lídia.

      La opción de evitar este tipo de juguetes de piel es quizá la más cómoda para el consumidor que de esta manera no se arriesga. Y es que ¿quién sabe si a pesar de las leyes de control europeo a más de un comprador no le están dando gato por liebre?

      Saludos y gracias por pasarte.

      Eliminar
  3. hay que tener en cuenta que en muchos de esos paises se comen a los perros, osea que no me pareceria nada extraño que usasen esa piel para confeccionar lo que fuera... (incluidas las cazadoras del bershka)...
    por suerte tenemos otros muchos juguetes para elegir!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, Todo sobre mi gato. Con la cantidad de juguetes que hay para elegir, ¿por qué arriesgarnos? En fin...

      ¡Un saludo!

      Eliminar
  4. Pues yo también me acabo de quedar impresionada, no sabía nada de ésto... aunque es verdad eso que decís acerca de los condicionantes culturales, ¿por qué nos parece mal usar la piel de perro y no la de vaca? Yo procuro no comprar en las tiendas de los chinos, no por nada, sino porque tengo la teoría de que todo lo que venden lo fabrican niños chinos encerrados en sótanos...
    Efectivamente, cuando el río suena...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizá el rechazo a las pieles felinas y caninas se deba a que en occidente perros y gatos son considerados animales de compañía y no de producción porque una cosa es asumir diferencias culturales con paises lejanos y otra bien distinta, que te intenten servir aquí unas albóndigas de perro o vender un abrigo confeccionado con piel de gato (a una de mis tías le pasó lo del abrigo y creo que aún no se ha repuesto del susto)

      No sé, supongo que se trata de un tema que da para mucho amparado en los problemas morales que normalmente genera y en la ambición desmedida de unos pocos que pretenden lucrarse a costa de lo que sea. Pero lo dicho: si el río suena, algo de agua suele llevar, máxime en un escenario de economía global como el que nos está tocando vivir en el que a veces parece que todo está permitido, inclusive saltarse leyes y controles completamente a la torera...

      Saludos, Gema, y gracias por comentar ;)

      Eliminar
  5. No lo había nunca, pero me habéis puesto los pelos de punta.
    En casa tenemos un ratoncito así, ahora lo miraré de otra forma.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que casi todos tenemos ratitas potencialmente sospechosas entre los juguetes felinos, Gatos y Gatunos... Y sí, después de leer estas cosas, es cierto que las miras con otros ojos...

      ¡Un saludo! :)

      Eliminar