9 de marzo de 2013

Hablemos de transportines...

La palabra transportín sirve, a pesar de las aparentes reticencias de los estudiosos a incluirla en los diccionarios, para designar esa clase de contenedores seguros y apropiados que empleamos a la hora de transportar a nuestros gatos en viajes, mudanzas, visitas al veterinario, etc. Elemento en nuestra opinión indispensable en toda casa con felino, la oferta en el mercado es rica y variada (cestas de mimbre, cajas de plástico, bolsos acolchados, mochilas trolley...), resultando relativamente sencillo encontrar el modelo acorde a nuestras necesidades y a nuestro bolsillo. Teniendo en cuenta que una buena elección puede propiciar que tengamos transportín para toda la vida, no nos parece baladí reflexionar desde aquí sobre algunas de las cuestiones a plantearnos antes de adquirirlo. ¿Nos acompañáis?

El transportín, ¿es necesario? Rotundamente, ¡sí! Salir a la calle con un gato en brazos es, en la mayoría de los casos, una temeridad y los transportes improvisados (tipo una bolsa de deporte o una caja de cartón) no siempre ofrecen garantías. Si se asusta, hasta el gato más tranquilo puede resultar impredecible e incontrolable y el resultado de no transportarle en un contenedor apropiado puede tener consecuencias graves. En el caso de que viajemos, tanto si es en nuestro coche como en medios de transporte público (tren, autocar, avión, barco...), su uso es indispensable. Y además, visto con ojos felinos, el transportín ofrece un espacio seguro al gato mientras está fuera de su territorio, permitiéndole observar desde su refugio cómodamente agazapado y guarecerse de estímulos no deseados como las caricias de extraños por la calle o los saludos de perros en la sala de espera de la clínica veterinaria.

Clases de transportines. Aunque la variedad en el mercado es amplia (tamaños, colores, materiales,...) los transportines pueden clasificarse básicamente en dos grupos según si son rígidos o flexibles. Entre los primeros encontramos cajas de madera, cestas de mimbre o jaulas de plástico que proporcionan un habitáculo resistente aunque de tacto duro; los del segundo grupo, confeccionados con tejidos de nailon y poliester o telas acolchadas, resultan ciertamente cálidos y confortables pero fácilmente deformables. A caballo entre estos dos tipos, los transportines semirrígidos han venido a sumarse últimamente a la oferta, proporcionando habitáculos más resistentes aunque combinados con materiales cálidos y acogedores.

¿Detalles a comprobar? Es muy importante fijarnos en la calidad de las juntas, de las asas, de los enganches, de la puerta y de los cierres, debiendo ser especialmente cuidadosos con los transportines de cremallera porque, además de que se trata de un sistema relativamente fácil de abrir para gatos con patas hábiles, tienen tendencia a fallar en el momento menos oportuno... Cuidado también con las terminaciones de las piezas, pues hay modelos con aristas y cantos cortantes. Un detalle interesante es que el transportín tenga correa para poder, en caso de necesidad, colgárnoslo al hombro: os aseguro que hay ocasiones en las que esta opción, disponible normalmente en modelos flexibles pero también en algunos rígidos, viene muy bien. Y otro punto a tener en cuenta es la facilidad de manejo, apertura y cierre a la hora de que el gato entre y salga: seamos conscientes de que muchas veces tendremos que persuadirle para entrar e invitarle encarecidamente a salir...

Tamaño apropiado. Los transportines para gatos de tamaño medio suelen medir en torno a 50cm x 30 cm x 30 cm (L x An x Al), existiendo también modelos apropiados para felinos de talla grande. Un error típico relativo al tamaño del transportín cuando lo compramos para un gatito es el de adquirir uno pequeño sin tener en cuenta que enseguida nos va a resultar insuficiente porque el gatito va a crecer: así, quizá resulte más interesante adquirir desde el principio un transporte de tamaño estándar con posibilidades de servirnos durante más tiempo.

Mantenimiento. Aunque se trata de un elemento del menaje felino que requiere un mínimo mantenimiento, dos son las cuestiones a tener en cuenta: higiene y almacenamiento. En cuanto al primer punto, sin duda los transportines más higiénicos son los modelos rígidos de plástico, más fáciles de limpiar que cualquier otro hecho de materiales porosos como madera o mimbre y que los modelos flexibles o semirrígidos... Si hablamos de almacenamiento, quizá aquí el punto se lo lleven los transportines no rígidos, fáciles de plegar y almacenar en cualquier armario en detrimento de los rígidos, habitualmente desmontables y apilables pero no plegables.

¿Cuánto cuestan? Pues en cuestión de precios, la variedad es enorme, oscilando la mayoría entre los 10 y los 130 €. Aunque nuestro consejo es que no nos dejemos guiar por el dinero porque aunque a veces lo barato resulta caro, en muchas ocasiones lo caro no es lo mejor... Así que antes de adquirir un transportín, planteaos bien las necesidades a cubrir (un viaje puntual en avión, ir a la casa de la playa cada fin de semana, bajar una vez al año al veterinario de la esquina,...), comparad calidades (materiales y acabados del transportín, seguridad del cierre,...) y comprad siempre con cabeza.

¡Curiosidad felina! ¿Tenéis transportín? ¿Rígido, flexible o semi? ¿Lo usáis? ¿Para qué? ¡Esperamos vuestras opiniones y de paso, si os apetece, alguna que otra historia!

Entradas relacionadas: Para los que viajen mucho en coche, una opción a tener en cuenta puede ser el cinturón de seguridad felino Trixie. ¿Lo conocéis?

16 comentarios:

  1. En casa tenemos dos transportines rígidos. Debo reconocer que uno es mucho mejor que el otro, ya que uno fué comprado en unos chinos sólo por su tamaño (más grande que el regular) y sólo para Luna cuando hicimos el cambio de residencia en coche.

    Digo ésto, porque el transportín de tamaño regular que usa Zeus normalmente para ir al Vete es de bastante mejor calidad que el de los chinos, y es que los cierres no son muy fiables que digamos. Por eso, sólo uso el de buena calidad (y siempre revisando antes de salir al Vete que los cierres funcionen correctamente) y estoy pendiente de comprar otro igual pero más grande para Luna. Con el de los chinos no me atrevo a sacarla a la calle, y menos con sus 6 kg.

    Besotes.

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    1. Hola, Luna y Zeus.

      Nosotros en la actualidad tenemos tres transportines rígidos aunque hemos probado los flexibles (uno de tela acolchada y otro de tejido sintético con cierre de cremallera) con resultado poco satisfactorio. Y sí, es cierto que las calidades son algo importante que se ve cuando comparas un transportín malucho con otro un poquito mejor.

      Con respecto al problema que supone transportar gatos con algún kilito de más, hay que fijarse sobre todo en la resistencia de las piezas. Nosotros, después de llevarnos un buen susto una vez que el transportín se nos cayó al suelo al soltarse el asa con el pobre Rumbo dentro, ya no nos fiamos y hemos tratado de paliar el problema colocando una correa de maleta alrededor del habitáculo, lo que nos sirve para reforzar el conjunto y para agarrar en caso necesario... Pero aún así, siempre vamos con mucho cuidado.

      Saludos y gracias por opinar ;)

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  2. Tenemos transportines en plural jejejej, como somos tantos !!!! Son rígidos. Dos nos los regalaron en la fundación cuando fuimos adoptados y un tercero vino con Luna cuando llego a casa. Como he dicho son rígidos, les pongo una toallita y únicamente los utilizo para ir al veterinario cuando hace falta. Ayer Ramsés bajo a la calle con un petral por primera vez y se portó muy bien. Cada sábado lo bajare un ratito, al parque pequeñito que hay delante de casa.
    Saludos gatunos

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    1. Hola, Lídia.

      Es habitual eso que comentas de que en casas con más de un gato acabamos teniendo más de un transportín; y eso precisamente nos permite comparar unos con otros ;)

      Con respecto al uso del arnés, se trata de una opción a tener en cuenta, aunque hay que usarlos sólo con gatos que se encuentren a gusto en la calle, nunca con gatos que se asusten o se sientan nerviosos. Y siempre hay que revisar que esté bien ajustado y perfectamente cerrado. Precisamente en el mercado existen modelos especiales para felinos que parecen un chaleco, minimizándose con este diseño la posibilidad de que el gato se zafe del arnés en el momento menos oportuno: puedes ver la información de los disponibles por ejemplo en Zooplus o en Tiendanimal.

      Saludos, ronroneos y ánimo con los paseos de Ramsés.

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    2. Ramsés bajó el sábado con un arnés pequeñito al jardincito pequeño que hay delante de casa, Fue una vueltecita de unos siete u ocho minutos y le gustó mucho. Cada sábado lo voy a bajar un poquito. Con los otros ni se me ocurriría !!!!!
      Un abrazo!!!!

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  3. Nosotros teníamos uno que nos dejaron , pero cuando compramos decidimos optar por el rígido sobretodo por minino que pesa más, aunque es rosa por Ary jiji

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    1. Eso es equilibrio y lo demás son tonterías: rígido por Minino pero rosa por Ary. Y sí, ante cuestiones de peso, siempre es mejor optar por los modelos rígidos, mucho más resistentes.

      ¡Un saludo, María, y gracias por el comentario!

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  4. yo tenia un transportin rigido, uno semirrigido y otro blando (tipo mochila o bolso)
    digo tenia, porque ahora me he comprado dos duros de alta calidad aptos para viajes en avion a EEUU (despues de un viaje largo en coche que hicimos... llegue a la conclusion de que necesitaba transportines muy seguros tanto en rigidez como el juntas bien selladas y puertas a prueba de pumas enloquecidos)

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    1. Es normal que tras experiencias con pumas enloquecidos terminemos primando la calidad al diseño o la aparente comodidad. Sobre todo si, como comentas, los transportines han de servir para realizar viajes en avión.

      ¡Gracias por el comentario, Todo sobre mi gato, y por recordarnos que a veces hasta el gatito más lindo puede tornarse una fiera corrupia!

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    2. todo gatito lindo lleva una fiera corrupia dentro, que no nos engañe su candidez jajajajajaja

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  5. El nuestro es así sencillito, de plástico, mediano, pero lupe lo adora y siempre se sube al armario para dormir dentro del transportin!

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    1. ¡Esta Lupe es de lo que no hay! Mientras la mayoría de los gatos huyen del transportín, ella lo adora y lo usa como refugio. Aunque quizá más que el transportín, lo que adora es la parte alta del armario... ¡A saber!

      Un saludo, Gris, y gracias por pasarte ;)

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  6. Hola, en casa hay dos rígidos y muy sólidos de plástico y metal.
    Lo bueno es que además de las puertas frontales, también tienen puertas en la parte de arriba, con lo cual es muy fácil meternos. Especialmente si somos reacios a entrar.
    Sólo es cogernos en brazos y adentro. Recomiendo ese diseño.
    Chao!

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    1. Hola, Carlitos.

      Conocemos el diseño que nos comentas y que combina apertura frontal y superior. Y te agradecemos la recomendación, porque siempre nos había parecido poco resistente la parte de arriba al tratarse de una puerta. ¡Tomamos nota! Y es que así es muchísimo más fácil meteros en caso de que no estéis de acuerdo...

      ¡Un abrazo y chao, chao!

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  7. Pues yo tengo un transportín por gato (usease, tres) y los tengo en los huecos de una estantería abiertos y con camas para que ellos entren y salgan y no lo asocien al veterinario ni cosas malas. Los tres son rígidos porque me pareció la mejor elección y de plástico, los de metal me da que son mas fríos en invierno. Los tres tienen solo puertas delanteras de metal.

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    1. Hola, Karla Gatuna.

      El modelo de transportín que describes es un clásico entre los propietarios de gatos (de plástico y con portezuela metálica delantera...) Además de esto, queríamos resaltar dos cosas que comentas: haces muy bien en tener uno por gato (algo que en familias felinas muy numerosas se complica...) y en ponerlos a su disposición a modo de camitas todos los días, evitando así las asociaciones del transportín con esas cosas malas que comentas (vete, viajes, mudanzas,...) Y es que a veces los pequeños detalles son los que simplifican nuestras vidas (y las de nuestros felinos)

      Un saludo y gracias por comentar ;)

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